Cada detalle cuenta en las sesiones de comunión. Es por ello, que tenemos que esforzarnos para que estos pequeños adultos se lleven el mejor recuerdo posible de su mágica infancia. Y es que, parece que fue ayer cuando eran unos bebés y hoy ya están haciendo la primera comunión. La magnífica actitud de María, junto a la generosidad y confianza de sus padres, hizo que esta sesión en Caleta de Fuste, Fuerteventura se nos pasara volando y cuando quisimos darnos cuenta ya habíamos terminado. Gracias a los padres y a la encantadora María, por compartir una bonita tarde.