Que confíen en mi desde el minuto uno es un privilegio y una responsabilidad enorme que se lleva con gusto y respeto. Todas las parejas tienen su punto dulce cuando conectas, pero en este caso y conociendo a Mari y Marco, junto a la amistad que nos une y el tiempo que hacía que no coincidíamos todo fue distinto, todo fue especial.
La preboda la hicimos en la Finca de Osorio, lugar de buenos momentos y recuerdos para ellos. Ha sido un reencuentro fantástico a base de risas por los viejos tiempos y de como comportarse delante de mi cámara jeje… pero sobre todo, de amor con buenas personas como lo son ellos. Me emociona saber que nuestra amistad sigue ahí, a flote. Gracias de corazón.
« Cuando los momentos se convierten en recuerdos»