Y casi sin darnos cuenta, llego su día especial, su momento. Uno de esos días marcado en el calendario con el color de la ilusión, de la alegría, del esmero en que todo salga bien. De esos días en que nuestra memoria vuelve atrás en el tiempo recordando aquellos pizquitos y hoy pequeños adultos.
Fue muy sencillo realizar esta sesión de comunión en Fuerteventura con Adrián, ya que nos encontrábamos en un entorno muy familiar y emotivo. Un lugar donde juega, se divierte y disfruta de su tiempo. Un chico bromista, alegre y con muchas ganas de aprender y conocer. ¡Bravo Adrián!
- Vestuario: De onevaron por Moda Infantil Ranitas Fuerteventura