Me repito muchas veces al decir que es muy necesario conectar a la primera con los niños y niñas que fotografío. Para mí es fundamental esa conexión ya que abre un abanico de posibilidades en cuanto a situaciones, miradas, gestos y formas de trabajar en una sesión de fotos de comunión. Teniendo dicha conexión es una ventana de oportunidades para dejar con la boca abierta a los padres de estos pequeños adultos.
El reportaje de comunión de Hugo lo realizamos en Vegueta, un barrio que siempre invita a descubrir nuevos rincones.






