Cualquier lugar es bueno para demostrarse el amor, pero si es en Fuerteventura como en este caso, entonces es pura vida. Para esta sesión de postboda, nos trasladamos con Ana y Javi a Playa de La Barca, zona que les encanta y que nunca deja de sorprender por su inmensidad y por la laguna que se forma al bajar la marea de apenas unos centímetros. Una tarde espectacular con una pareja encantadora.
« Cuando los momentos se convierten en recuerdos»